Alfonso VI es hijo de Don Fernando y Doña Sancha de León. Es muy conocido porque según los romances y cantares castellanos, su héroe nacional el Cid Campeador, le hizo jurar en Santa Gadea, que él no había tenido nada que ver en la muerte de su hermano Sancho. (Primero de Castilla y Segundo de León)
La jura, solamente es producto de la imaginación de los juglares castellanos. -Aunque durante muchos años fue enseñado en las escuelas españolas como verdad histórica. A pesar de lo ridículo que resulta que un alférez del ejercito derrotado, sea capaz de obligar al rey vencedor-.
De hecho, una de las primeras decisiones de Alfonso VI al recuperar el trono de León, es ordenar el destierro del citado alférez.
Seguro que en su memoria tiene muy fresca la alevosa acción del ejercito castellano. Atacar su campamento mientras dormían, tras la celebración de la victoria en la batalla de Golpejera. - A pesar de que el rey leonés, impidió a sus alféreces que persiguieran y exterminaran a un ejercito castellano que huía en desbandada.-
Un error táctico de Alfonso VI, que estuvo a punto de costarle la vida.
http://raigame.blogspot.com/2019/01/1112-de-enerobatalla-de-golpejera.html
La historiográfica española atribuye a Rodrigo D. de Vivar, ser el instigador de esta felonía. Así que es lógico que Alfonso VI no quisiera tener cerca, a quien se vale de la nocturnidad y la alevosía, para conseguir sus objetivos.
En aquella época este tipo de actos estaban considerados una vileza y un deshonor, . El honor entonces era mas importante de lo que lo es ahora.
El primer rey de Castilla
Sancho I, entra en la ciudad de León y es el único rey de León que tiene que
autocoronarse. El obispo de León se niega a coronarlo. Los leoneses siguen
guardando lealtad a su legitimo rey Alfonso VI que aun sigue vivo. Consideran
a Sancho un usurpador.
No obstante se autocorona en la
Catedral de León y pasa a ser Sancho II de León. Recordemos que el reino de León
ya había tenido un rey llamado Sancho -Sancho I "El Gordo"-.
Allí a Sancho, su destino le esta esperando.
"...En el año 1085 Alfonso VI consiguió el mayor de los logros de la Reconquista: tomar Toledo, que siglos antes había sido la capital de la Península unificada por los visigodos. Esta conquista tenía un gran valor simbólico, y el rey leonés así lo entendió: en sus documentos generalizó el uso del título de Emperador de todas las Hispanias (“Imperator totius Hispaniae”), como forma de demostrar su superioridad sobre los demás reyes peninsulares. Además, extendió la frontera sur hasta el río Tajo, lo que produjo la impresión de que el fin de la Reconquista estaba cercano. Al caer Toledo el desánimo cundió entre los musulmanes, tal y como nos cuenta Abd Allah, el rey de Granada de por aquel entonces:
“La noticia de lo sucedido en esta ciudad tuvo en todo al-Andalus una enorme repercusión, llenó de espanto a los andaluces y les quitó la menor esperanza de poder seguir habitando en la Península”.
Alfonso VI conquista Toledo el 25 de mayo de 1085. Banco de la Plaza de España de Sevilla
"Tras la invasión almorávide, Alfonso mantuvo varias batallas durante el resto de su reinado, y las victorias se alternaron con las derrotas. El rey leonés siguió realizando incursiones en territorio enemigo, y en una de ellas llegó hasta las playas de Tarifa, en pleno Estrecho de Gibraltar. Allí, en un gesto cargado de simbolismo, se internó en el agua con su caballo y arengó a sus tropas, pues era el primer rey cristiano en llegar tan al sur desde el año 711. Además consiguió impedir en todas las ocasiones el principal objetivo de los almorávides, que consistía en reconquistar Toledo.
Siguiendo la estrategia de su padre Fernando I trató de partir en dos al-Ándalus con la construcción en 1086 de un castillo en Aledo, en Murcia: desde allí los soldados leoneses organizaron partidas de saqueo que castigaron esa parte de la Hispania musulmana.
Desde la fortaleza de Aledo, los soldados leoneses organizaron partidas de saqueo que castigaron esa parte de la Hispania musulmana.
Conquistado Toledo, el Castillo de Aledo en Murcia se convierte en un excelente ejemplo por parte del ejercito leonés, de como un castillo no solamente es un baluarte defensivo. También puede ser la base de una tropa ofensiva.
Desde este baluarte adelantado en tierras hispano-musulmanas, las tropas leonesas sembraron el pánico en la Taifa de Murcia, controlando las vías de comunicación de esta parte del mediterráneo, haciéndose prácticamente dueñas de el fértil valle del Guadalentin, la huerta de Murcia y Orihuela.
La situación se hizo tan insostenible para los hispano- musulmanes que tuvieron que solicitar el socorro de las tropas africanas del Imperio Almorávide.
Se unieron a ellos las tropas del emir de Sevilla, las del emir de Málaga, más numerosas fuerzas de las del emir de Granada y del emir de Almería.
" El ejército musulmán plantó su campamento a los pies del castillo de Aledo, y comenzó a hostigar la posición cristiana mediante disparos de manganas y balistas, construidas ex profeso por expertos artesanos traídos desde Murcia."
Los asaltos se sucedieron día y noche, atacando cada jornada el ejército de uno de los emires rotativamente,"
Pero bien provistos de agua y víveres, la guarnición leonesa resistía.
Por fin, después de cuatro meses de asedio, el mismísimo Alfonso VI, a la vanguardia de su ejercito, acudió en socorro de estos heroicos defensores.
La fortaleza de Aledo llegaría a sufrir hasta tres cercos por parte de las tropas almorávides, en un intento desesperado por acabar con la resistencia leonesa.
Ante la insostenibilidad de la plaza frente a los numerosos contingentes Almorávides procedentes de África, Alfonso decido evacuar la guarnición y destruir la fortaleza.
Alfonso VI también sufrió derrotas muy importantes, pero la peor fue la de Uclés (1108), donde murió Sancho, el joven príncipe heredero del trono leonés.
Triste y desconsolado por la perdida de su hijo, Alfonso VI murió al año siguiente (A los 69 años) en Toledo, y fue sepultado en su amado monasterio benedictino de Sahagún. Hasta donde le condujo su hija Urraca I de León.
https://raigame.blogspot.com/2018/06/urraca-i-de-leon-nacio-el-24-de-junio.html
Heredó la corona Urraca I, que había enviudado recientemente de su marido Raimundo de Borgoña, con quien había tenido un hijo al que llamaron Alfonso Raimúndez (el futuro Alfonso VII. El "Emperador leonés")."
Siguiendo la estrategia de su padre Fernando I trató de partir en dos al-Ándalus con la construcción en 1086 de un castillo en Aledo, en Murcia: desde allí los soldados leoneses organizaron partidas de saqueo que castigaron esa parte de la Hispania musulmana.
Desde la fortaleza de Aledo, los soldados leoneses organizaron partidas de saqueo que castigaron esa parte de la Hispania musulmana.
Conquistado Toledo, el Castillo de Aledo en Murcia se convierte en un excelente ejemplo por parte del ejercito leonés, de como un castillo no solamente es un baluarte defensivo. También puede ser la base de una tropa ofensiva.
Desde este baluarte adelantado en tierras hispano-musulmanas, las tropas leonesas sembraron el pánico en la Taifa de Murcia, controlando las vías de comunicación de esta parte del mediterráneo, haciéndose prácticamente dueñas de el fértil valle del Guadalentin, la huerta de Murcia y Orihuela.
La situación se hizo tan insostenible para los hispano- musulmanes que tuvieron que solicitar el socorro de las tropas africanas del Imperio Almorávide.
Se unieron a ellos las tropas del emir de Sevilla, las del emir de Málaga, más numerosas fuerzas de las del emir de Granada y del emir de Almería.
" El ejército musulmán plantó su campamento a los pies del castillo de Aledo, y comenzó a hostigar la posición cristiana mediante disparos de manganas y balistas, construidas ex profeso por expertos artesanos traídos desde Murcia."
Los asaltos se sucedieron día y noche, atacando cada jornada el ejército de uno de los emires rotativamente,"
Pero bien provistos de agua y víveres, la guarnición leonesa resistía.
Por fin, después de cuatro meses de asedio, el mismísimo Alfonso VI, a la vanguardia de su ejercito, acudió en socorro de estos heroicos defensores.
La fortaleza de Aledo llegaría a sufrir hasta tres cercos por parte de las tropas almorávides, en un intento desesperado por acabar con la resistencia leonesa.
Ante la insostenibilidad de la plaza frente a los numerosos contingentes Almorávides procedentes de África, Alfonso decido evacuar la guarnición y destruir la fortaleza.
Triste y desconsolado por la perdida de su hijo, Alfonso VI murió al año siguiente (A los 69 años) en Toledo, y fue sepultado en su amado monasterio benedictino de Sahagún. Hasta donde le condujo su hija Urraca I de León.
https://raigame.blogspot.com/2018/06/urraca-i-de-leon-nacio-el-24-de-junio.html
Heredó la corona Urraca I, que había enviudado recientemente de su marido Raimundo de Borgoña, con quien había tenido un hijo al que llamaron Alfonso Raimúndez (el futuro Alfonso VII. El "Emperador leonés")."
Para ampliar conocimientos, leerse el libro "Alfonso VI de León" del historiador leonés Ricardo Chao.