PANDERETAS DE LAS COMARCAS LEONESAS EN SANTA OLAJA DE ESLONZA
En el Bar "El Portalón"
e. gancedo | león 05/08/2013Celerina, de Velilla de la Reina, e Isidoro, Rosa y Diamantina, de Quintanilla del Monte, tocando ayer en El Portalón.Celerina, de Velilla de la Reina, e Isidoro, Rosa y Diamantina, de Quintanilla del Monte, tocando ayer en El Portalón.
jesús f. salvadores
«¡Eso! ¡Lo que se tocaba aquí era como eso!». Serafina, una de las veteranas pandereteras de Santa Olaja de Eslonza, ya fallecida, había pegado un respingo cuando Roberto, enamorado de las tradiciones de la comarca y defensor de su cultura musical, le enseñó uno de los panderos cuadrados que se siguen tañendo, y con buen aire, en la montaña occidental leonesa para ver si correspondía al instrumento de uso ya olvidado que de vez en cuando describían los mayores del pueblo. El reconocimiento de aquella vecina supuso la confirmación de que entre los valles medios del Esla y el Porma era común el empleo de ese tipo de pandero pese a la impresión general que sólo lo ubica en Laciana, Babia y en áreas limítrofes.
De estas cosas y de estos instrumentos se habló —pero sobre todo fueron escuchados—, ayer en el primer Certamen de Pandereteras de las Comarcas Leonesas de Santa Olaja, organizado por la asociación Las Sericas y en el que participaron músicos veteranos pero también jóvenes que perpetúan esta práctica llenos de entusiasmo y de afición.
Creada hace tres años, la sociedad Las Sericas ha venido organizando desde entonces una semana cultural que el año pasado dedicó a la divulgación de los diferentes instrumentos leoneses (gaita, chifla y tamborín, zuzaina, etc.) y que fue acogida con tanto éxito «que este año decidimos destinar una jornada a la música de pandero y pandereta», explica el ya citado Roberto Álvarez, consciente de que este ha venido siendo el instrumento rey sin discusión de las comarcas leonesas. Movidos por el recuerdo y el homenaje a aquellas mujeres que fueron las grandes pandereteras de Santa Olaja (Serafina, Flora...), los organizadores decidieron llamar a las maestras de este arte en diversos lugares leoneses: Cilinia, Ángeles, Marucha y Nieves, las famosas pandereteras montañesas de Casares de Arbas; Celerina, verdadera custodia de las tradiciones en Velilla de la Reina, entre la Ribera del Órbigo y el Páramo; Isidoro, Rosa y Diamantina, tres entrañables músicos de Quintanilla del Monte, en la Cepeda; y Amor, de Villacidayo, en representación de la tradición percusiva de las riberas del Esla y Porma. «El señor Isidoro, por ejemplo —destacaba Roberto Álvarez— conserva el modo de tocar la pandereta que tenían los hombres, golpeándola contra una rodilla, de la misma manera a como lo hacía, aquí en este pueblo, el señor Seciliano, a quien recordamos tocando en la plaza Las Sericas».
«Pero si nos hubiéramos quedado ahí, habríamos dado la impresión de que con esta gente mayor se acaba la tradición», objeta Álvarez, así que los organizadores decidieron contar también con los jóvenes David Álvarez, músico e investigador omañés; Roberto y Diego, de Eslonza; y Pablo Suárez, de sólo 15 años, además de una ‘sorpresa’ asturiana de última hora. La jornada, llena de ritmos, recuerdos y esperanzas, tuvo lugar en El Portalón de Santa Olaja y fue pregonada por la alcaldesa de Gradefes, Ana Ferreras. La semana cultural prosigue hasta el próximo día 11.
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/eslonza-escuela-de-panderetas_816762.html
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