20 may 2019

Encuentro Gastronómico en Morales del Vino.


El pasado domingo día 19 de Mayo, tuvo lugar en la localidad zamorana de Morales del Vino, un encuentro gastronómico de la Asociación Gastronómica: "Región Leonesa para el Buen Yantar".

Antes de compartir mesa y mantel, los comensales se desplazaron hasta el cercano pueblo de Arcenillas, nombre que procede del Llíonés antiguo (Arzeniellas), en Llionés actual enziniellas. Ya que esta población fue una de las muchas que se hicieron en el Reino de León en su progreso hacia el sur.
En este antiguo pueblo, sus habitantes pueden disfrutar de una monumental y hermosa iglesia cuyo interior guarda un valioso tesoro pictórico. Las Tablas del pintor leonés Fernando Gallego. Pintor gótico de estilo Hispano-flamenco que si bien probablemente nacido -O bien afincado- en la ciudad de Salamanca dejo muestras de su talento, por toda la Región Leonesa........

............Y el "Vieyu Reinu de Llión".
La primera referencia documental a Fernando Gallego,es de 1468, lo sitúa trabajando para la Catedral de Plasencia. En febrero de 1473 concertó con el cabildo de la Catedral de Coria la realización de seis retablos que debía dar por terminados en el plazo de un año por valor de 60.000 maravedíes. 
Las actas capitulares le llamaban a Fernando Gallego «vecino de Salamanca»
La siguiente noticia es ya de 1486, cuando se le encuentra censado en Ciudad Rodrigo lo que concuerda con las fechas de ejecución del retablo mayor de su catedral que hubo de realizarse entre 1480 y 1488. "

Además realizo la "Bóveda Celeste", de las Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca.
y antiguo retablo mayor de la catedral de Zamora, concluido antes de 1494 y cuyas tablas se vendieron a la parroquia de Arcenillas (Zamora)
Así como varias obras menores en el sur de la provincia de León.




Las "tablas", el origen del pueblo y la arquitectura de la iglesia, fueron magnificamente explicadas "in situ", por el actual alcalde de "Arceniellas" Enrique Rodríguez. Licenciado en derecho y experto en Fernando Gallego y las tablas de Arcenillas.
Entre las muchas curiosidades y vicisitudes que relato de estas tablas, apunto que los vestidos y tocados, pintados por F. Gallego, fueron copiados para confeccionar los vestidos de la serie de televisión "Isabel".
Posteriormente y ya en el Edificio de Usos Múltiples de Morales del Vino, se realizo una reunión "Express" de los socios, antes de pasar al comedor del bar de este mismo edificio.
Fue una opípara comida, donde aparecieron "estrellas gastronómicas" fuera del menú, tal como unas mollejas de ternera excelentemente cocinadas y condimentadas.
Debido a la abundancia en los platos previos, los postres -De una presentación excelente,- apenas encontraron sitio y por supuesto nada ya de hambre.

Un buen sitio para comer, merece la pena acercarse los 11 kilómetros que la separan de Zamora.

Incluso tuvieron el detalle de acercar un pastel con velitas, a una feliz y emocionada cumpleañera del grupo.
¡¡Felicidades Charo!!

Tras la comida nos acercamos todos hasta la cercana y bien "cercada" Zamora. Donde se realizo una visita guiada recorriendo varios monumentos capitalinos.
Entramos por la Puerta de Doña Urraca.
 Una leonesa de "armas tomar" que dejo constancia de su carácter valiente, negándose a rendir su ciudad al numeroso ejercito castellano que la cercaba.
Parece que su sobrina y homónima, La reina Urraca I de León, no solo heredo de ella su nombre, sino también su bravura.


Entre otras, visitamos la Iglesia de Stª María "La Nueva", una iglesia con un precioso ábside románico escenario principal de los hechos acaecidos en Zamora en el año 1158. 
Se trata del mítico "Motín de La trucha". La revuelta más importante de la incipiente burguesía leonesa, ocurrida durante el reinado de Fernando II de León, que termino con el incendio de esta iglesia lugar donde se refugio la nobleza de la ciudad.

Aunque la narración es muy posterior, se consideran hechos históricos, al estar apoyado el relato por pruebas arqueológicas.

La historia viene a ser esta. 
En el mercado de la ciudad, un pescadero estaba vendiendo la última trucha del puesto a un zapatero. Cuando se presenta en el puesto el criado de Gómez Álvarez, noble de la villa, exigiendo para él la compra del pez. Alegando su preferencia en la compra como consecuencia de un supuesto privilegio nobiliario.

La situación originó una airada discusión que congregó a una gran parte del público asistente al mercado, la mayoría partidaria del zapatero.
 Finalmente este último se llevó la pieza.

Ante los hechos acaecidos, los nobles deciden apresar a los líderes del tumulto y se reúnen en la iglesia de Santa María para decidir las medidas a tomar.
 Por su parte los ciudadanos, temerosos de las represalias de los nobles y capitaneados por Benito “el pellitero”, deciden encerrar a los nobles en la iglesia en la que se habían concentrado y, acto seguido, prenden fuego al edificio. 

Esta última acción produjo la muerte de los nobles allí congregados, entre ellos el hijo del conde Ponce de Cabrera, tenente de la villa por mandato regio. 

Ante el temor de las seguras represalias del tenente de la villa, los amotinados deciden huir hacia la frontera portuguesa y enviar mensajeros al rey Fernando II de León para solicitarle su perdón y la destitución de Ponce como tenente de Zamora, bajo la amenaza de que en caso contrario pasarían a poblar el vecino reino de Portugal.
El rey aceptó las peticiones de los amotinados a cambio de su vuelta a Zamora y de que reedificaran la iglesia, desde entonces Santa María “la Nueva”. 
Por su parte, el conde Ponce de Cabrera se pasó al servicio del rey Castilla.
(Estos hechos fueron silenciados durante siglos, por las clases gobernantes de España.)

Fue en fin, un hermosa jornada donde se disfruto del arte y la gastronomía Zamorana y el afecto entre paisanos de las tres provincias.

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