Aunque el anterior sábado día 30 Pro-Monumenta no pudo desplazarse hasta la Andiñuela, para realizar la facendera prevista en su ermita debido al mal tiempo. Este pasado sábado día 6 si que pudo acudir a la llamada de los jóvenes vecinos de Carracedo de Compludo.
Aunque la “Hoya Berciana” amaneció cubierta con una “colcha” de niebla, Carracedo pedanía montaraz de Ponferrada, tuvo un radiante sol desde el mismo amanecer.
Frio si, pero soleado a más no poder.
Carracedo de Compludo se encuentra situado en un valle alto, horadado por el Arroyo de las Siete Fuentes, tributario del Río Carracedo y es uno de los inicios de ruta a la “Fervienza del Gualtón”.
Es necesario mencionar, que en esta España donde las personas se acumulan en media docena de grandes ciudades y extensos extrarradios suburbanos. Mientras la mayor parte del territorio se despuebla y se abandonan los pueblos. Aquí en Carracedo ocurre el fenómeno contrario, un pueblo abandonado de casas derruidas, se esta reconstruyendo y re-habitando por jóvenes familias que huyen del hacinamiento urbano, impuesto por los intereses macroeconomicos, de los grandes cinturones industriales.
Subidos al campanario de la abandonada iglesia, una vecina, madre de una niña de 14 meses, me hablaba con ligero acento francés, de su vida en una ciudad como París, aun mas grande y caótica que Madrid. De su nueva vida junto a su familia en este idílico paisaje.
Pero totalmente abandonados por el ayuntamiento donde pagan sus impuestos, ya que aun no les han dotado de corriente eléctrica y eso para los niños es muy gravoso. Ya que el pueblo dependen totalmente, de sus células fotoeléctricas y estas se averían con demasiada frecuencia.
Pero estas jóvenes familias, son auténticos pioneros y han vuelto – Casi todos son hijos y nietos del pueblo – para quedarse. Son gente verdaderamente animosa e intenta no solamente que la autoridad civil les dote de unos servicios mínimos, sino además que la autoridad eclesiástica. Obispado de Astorga- les ceda la vieja iglesia, ya en desuso, para convertirla en un centro cultural.
Y han dado el primer paso para su restauración, pidiendo la colaboración de los Amigos del Patrimonio Cultural de León, de Pro-Monumenta. Y hasta allí se han llegado unos 20 socios a colaborar con tan animosos vecinos en la limpieza de la iglesia y el acondicionamiento del pequeño cementerio. Además cualquiera que se pase por la bucólica orilla de su arroyo, podrá ver como los vecinos tiene instalado un andamio y están reconstruyendo su antiguo molino.
La iglesia, refugio de golondrinas y otra aves, tiene todo su suelo y mobiliario lleno de guano, polvo y pequeños derrumbes, que amenazan con una inminente ruina total.
La "facendera" consistió en vaciado de muebles y enseres. Inventario y limpieza de los mismos en la calle -o en el interior- a los fijados a la pared como los retablos y la pila bautismal-. De igual manera se procedió en la sacristía.
Posteriormente con la nave vacía, se coloco tela metálica en todas las ventanas, para evitar el anidamiento de aves en su interior.
Un pequeño grupo de cuatro asociados, con una desbrozadora y varias azadas, limpiaron las cercas del cementerio y sus alrededores, recuperando también un antiguo camino de acceso, desaparecido bajo la vegetación.
La nave presentaba un aspecto deplorable. Todo el mobiliario cubierto de guano y la techumbre de madera derruida sobre el coro. Y el coro, caído sobre un piso de maderas podridas y rotas en numerosos sitios.La sacristía no presentaba mejor aspecto.Se sacaron a la calle y se limpiaron con espátula, agua y cepillo de raíces, 10 banco sencillos de madera de chopo.
Se limpio in situ el Altar Mayor, fechado en la parte superior: "Año 1906"Desprovisto ya de imágenes y con dos columnas a cada lado.Se conserva el sagrario y el altar con ara y lipsanoteca. La limpieza del Altar Mayor, fue realmente minuciosa.
También existe un retablo lateral barroco, muy recargado y sin policromía. En el centro un cristo exento. Dos columnas salomónicas a los lados y un tímpano triangular floreado, en la parte superior.
Un exvoto de cera con forma de mano derecha, se exhibe en su parte superior. Se limpiaron también 2 confesionarios muy desvencijados y una mesita con tapete para servicio del altar. En la foto se puede ver, un gran crucifijo que se hallaba tras la puerta a la izquierda del altar y bajo él, un tenebrario.
La puerta es maciza de madera de roble y tiene una inscripción que dice: "Año 768 Siendo Vicario don Eugenio Flórez"
También apareció un incensario, una vara de pendón rota, un emblema de la cofradía de animas.
Una talla de un crucificado sin cruz, sin cabeza y sin brazos, andas muy deterioradas y otros diversos objetos litúrgicos.
Mientras la mayoría se encargaba de la iglesia cuatro socios limpiaron las tapias del cementerio y construyeron un sendero de absceso al mismo.
Acabo la jornada, con una visita guiada a la Ferrería altomedieval de Compludo.
NOTA DE PRENSA DE PRO-MONUMENTA
PROMONUMENTA COLABORA CON LOS NUEVOS VECINOS DE CARRACEDO DE COMPLUDO PARA QUE EL PUEBLO SEA MÁS HABITABLE
El pasado sábado, 6 de noviembre, un grupo de veinte voluntarios de Promonumenta se desplazaron a la localidad berciana de Carracedo de Compludo -se halla a cinco kilómetros de la famosa herrería y localidad de Compludo- para realizar una hacendera consistente en la limpieza interior de la iglesia y en el desbroce y adecuación de los accesos y perímetro del cementerio, todo a requerimiento de los vecinos del pueblo.
Carracedo de Compludo es una bellísima localidad que actualmente pertenece al municipio de Ponferrada -antes lo era del de Salas de los Barrios-, emplazada en un precioso valle donde se hallan las cascadas con mayor desnivel del Bierzo: “El Gualtón”.
Pero este bellísimo paraje, que resulta visible, cual misteriosa aparición, desde lo más alto de la carretera de Foncebadón, es lugar de vida dura para quienes allí viven y trabajan en las labores del campo. Por eso, añadido a la casi incomunicación que entonces padecía y al frío reinante a sus 1.144 metros de altitud, sus habitantes lo abandonaron en la década de los setenta del pasado siglo. Años más tarde, la repoblación fue iniciada por pastores de grandes rebaños ovinos, seguidos por algunos antiguos habitantes y gentes nuevas que completaron los trece habitantes permanentes que hoy tiene, además de otros tantos temporales y de fin de semana.
Consecuencia de haber sufrido esta despoblación temporal es el abandono por parte de las administraciones en el que hoy se halla: carretera mal conservada, carencia de luz eléctrica, que, producida por unas placas fotovoltaicas instaladas por el Ayuntamiento de Ponferrada, hace mucho tiempo que están fuera de servicio por haberse estropeado los acumuladores y no existir administración que se haga cargo de ellas, ni siquiera el Ayuntamiento. Cada vecino se apaña como puede: con placas individuales, con motogeneradores… o con velas. Vergonzoso para 2021. Promonumenta para sus labores en la iglesia, oscura y sin instalación eléctrica, tuvo que conseguir un motogenerador.
La facendera en la iglesia
Con total apoyo de los vecinos, se procedió a adecentar el interior de la iglesia, la cual fue desacralizada y se halla abandonada desde que marcharon los iniciales vecinos del pueblo. Su estado estructural y su cubierta, sin embargo, se hallan en buen estado gracias a pequeñas labores de mantenimiento ejecutadas por los habitantes actuales.
La tarea no fue fácil, y aun requerirá una segunda vuelta, pues los retablos, los bancos, algunas imágenes -la mayoría fueron depositadas en su día en la iglesia de San Antonio de Ponferrada-, el entarimado de madera y demás enseres se hallaban literalmente cubiertas por excrementos de pájaros que anidan y revolotean en su interior -en esta misma fecha los vecinos se disponían a colocar mallas para impedir su entrada-. De esta manera el retablo central, fechado en 1689 y afeado con repintes en 1906, un retablillo lateral barroco, la curiosa pila bautismal, posiblemente de época renacentista, y los bancos de la iglesia quedaron casi listos para revista.
Ahora Promonumenta ayudará a los vecinos para encontrar una utilidad diggna a este templo, que es propiedad del Obispado de Astorga.
En el cementerio
Como en otras hacenderas, se desbrozó todo el perímetro exterior del pequeño cementerio, dejando su valla al descubierto, y lo mismo se hizo con el camino de acceso, dejando todo dispuesto para que los vecinos actuales y los emigrados que aquí se acercan por la fiesta de Todos los Santos puedan hacerlo sin impedimentos.