Por esta razón y porque este monumento ha sido el de referencia y buque insignia de PROMONUMENTA, que así lo eligió por el estado de ruina y abandono en que se hallaba, la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León, tras la parada impuesta por el Estado de Alarma, ha querido reiniciar en él sus conocidas hacenderas de limpieza, desbroce y adecuación de monumentos.
En esta ocasión, como en años anteriores, el objetivo era dejarlo en estado de revista para las cada vez más frecuentes visitas de turistas y peregrinos jacobeos que recibe durante el verano. El equipo interviniente estuvo compuesto por treinta personas: 16 de Promonumenta, con su presidente Marcelino Fernández al frente, y 14 de los pueblos vecinos (Villaverde de Sandoval y Mansilla Mayor), encabezados por el concejal y diputado provincial de Cultura Pablo López Presa. El Ayuntamiento también incorporó un tractor con útiles de carga para maleza, lo cual significó un gran alivio.
Limpieza de la sala de exposiciones (foto David Gustavo López).
La intervención concluyó con una visita a la iglesia, magnífico ejemplar del románico cisterciense del siglo XII, y a la enorme panera del monasterio, del siglo XVIII, cuyas obras de restauración están a punto de concluir -servirá como centro de visitantes- y han sido sufragadas por la Diputación de León, la Dirección General de Patrimonio de la Junta y el Ayuntamiento, con aportaciones de 185.000, 165.000 y 40.000 euros, respectivamente.
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