7 ene 2019

Abdicación voluntaria y muerte del Rey Ramiro II de León.


El último acto público de su vida fue su abdicación voluntaria en León, la tarde del día 5 de enero de 951, cuando el rey debía de contar unos 53 años. Creyéndose próximo a la muerte se hizo llevar a la iglesia de San Salvador de Palat del Rei, contigua al palacio.
 En presencia de todos se despojó de sus vestiduras y vertió sobre su cabeza la ceniza ritual, uniendo en el mismo acto la renuncia solemne al trono y la práctica de la penitencia pública in extremis con la misma fórmula que en su día pronunciara san Isidoro.

Falleció ese mismo mes, reinando ya su hijo Ordoño III de León.
Recibió sepultura en la iglesia de San Salvador de Palat del Rei de la ciudad de León que formaba parte de un monasterio, hoy desaparecido, fundado durante el reinado de Ramiro II por su hija, la infanta Elvira Ramírez.
​ En el mismo templo recibieron sepultura posteriormente los reyes Ordoño III y Sancho I de León.
 Iglesia de San Salvador de Palat del Rei

Los restos mortales de los tres soberanos leoneses sepultados en la iglesia de San Salvador de Palat del Rei, fueron trasladados posteriormente a la basílica de San Isidoro de León.

Ramiro II de León, llamado el Grande (c. 898-León, 5 enero de 951), fue un rey de León entre 931 y 951. 


Hijo de Ordoño II, a la muerte de su padre y tras ayudar a su hermano Alfonso a llegar al trono deponiendo a su primo Alfonso Froilaz, hijo de su tío Fruela II, se hizo con el dominio del norte de Portugal (926), al que añadió el de Galicia cuando murió su hermano Sancho en 929.

En 929 muere su hermano Sancho y Ramiro es coronado rey de Galicia en Zamora, ciudad que inmediatamente convierte en su capital.

Una vez afianzado en el trono, Ramiro prosiguió el proceso de conquista territorial en el sur del reino. Comenzó conquistando la fortaleza omeya de Margerit, la actual Madrid, a mediados de 932, en su idea de liberar a Toledo. 
Pero ya ocupadas por al-Nasir, tiempo antes, las fortalezas de la margen derecha del Tajo, Ramiro solo pudo desmantelar las fortificaciones de Madrid y depredar sus tierras más próximas, de donde trajo numerosas gentes. 

20 años de victoria en victoria, desde la toma de Madrid en el verano de 932, hasta la encarcelación del traidor conde de Castilla, Fernán González en el 943. 

Fue la pesadilla del más prestigioso califa hispano, Abdal-Rhaman III. Vencedor en Osma en 933, Zaragoza 937,Simancas y Pamplona 939.

El califa Omeya concibió entonces un proyecto gigantesco para acabar de una vez por todas con el reino leonés, al que denominó gazat al-kudra o campaña del supremo poder. El Omeya reunió a más de cien mil hombres alentados por la llamada a la yihad. Desde la salida de Córdoba se dispuso que todos los días se entonase en la mezquita mayor la oración de la campaña, no con sentido deprecatorio, sino como anticipado agradecimiento de lo que no podía menos de ser un éxito incontrovertible

Los cronistas de la época, relatan que durante la batalla, ocurrió un eclipse total del sol.
Después de unos 5 días de lucha, las tropas leonesas y sus aliados, comandados por Ramiro de León, consiguieron la impredecible victoria.
http://raigame.blogspot.com/2018/08/6-de-agosto-batalla-de-simancas.html

" Encontrándose el ejército cerca de Simancas, hubo un espantoso eclipse de sol, que en medio del día cubrió la tierra de una amarillez oscura y llenó de terror a los nuestros y a los infieles, que tampoco habían visto en su vida cosa semejante. Dos días pasaron sin que unos y otros hicieran movimiento alguno."
                                 Kitab ar-Rawd Al-Mitar

De Muhammad bin Abd al-Munim al-Himyari

Sus adversarios musulmanes le conocían con el sobrenombre de; "El Diablo"

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