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Beatos
Por Julio Llamazares
Del majestuoso expolio sufrido por el patrimonio leonés da una prueba más la exposición que la Biblioteca Nacional ha inaugurado hace poco en Madrid de los famosos Beatos, aquellos códices medievales salidos de los scriptoria de los cenobios e iluminados por monjes copistas a los que da nombre el más célebre de ellos, que firmaba así: Beato, y que realizó sus ilustraciones y copias de sus Comentarios al Apocalipsis de San Juan en el silencio y la paz del monasterio de San Martín de Turieno (hoy de Santo Toribio de Liébana), en Cantabria, perteneciente entonces al reino protoastur, en el siglo VIII. La exposición no es gran cosa (abundan las imágenes digitales y los facsímiles y faltan los Beatos de verdad, incluidos los dos que obran en poder de la propia Biblioteca Nacional, el de los reyes Fernando I y doña Sancha de León y el de San Millán de la Cogolla, ambos del siglo X), pero permiten hacerse una idea a uno de la falta de fortuna y el descuido que acompañan al patrimonio de León, disperso por los más diversos lugares del mundo, cuando no directamente perdido. En concreto y hablando de los Beatos, de los que el Reino de León fue el principal productor y detentador a tenor de los que se conservan hoy, del territorio del viejo reino leonés salieron para no volver el ya citado de Fernando I y doña Sancha, también llamado de San Isidoro porque se guardaba en esa basílica leonesa, el de San Miguel de Escalada –hoy en la Pierpont Morgan Library de Nueva York–, el de San Salvador de Tábara, monasterio zamorano perteneciente a la diócesis de Astorga cuyo Beato regaló un director del Archivo Histórico de León, donde fue a parar tras la desamortización del cenobio en el siglo XIX, a la Escuela Diplomática de Madrid, que a su vez lo cedió al Archivo Histórico Nacional, o los varios Beatos salidos del monasterio de Sahagún y de otros dependientes de él, como el de Valcavado, en la provincia de Palencia, hoy dispersos por diversos lugares de España, como la catedral de Gerona, la de la Seo de Urgel, en la provincia de Lérida, o la Biblioteca Histórica de Valladolid. Solamente dos hojas del de Astorga se conservan en la catedral de esta ciudad tras su casual hallazgo en su archivo, donde servían de envoltorio de otros documentos.
La riqueza de un lugar se mide no sólo por lo que fue sino por lo que conserva de ella y eso nos hace pensar que León no ha tenido mucha suerte, al menos con su patrimonio. Las lamentaciones de hoy no sirven para arreglarlo, pero sí pueden ayudar que en el futuro no se cometan los mismos errores, descuidos y negligencias.
Para eso es preciso que las personas conozcan su patrimonio ausente y presente y lo valoren en sus justos términos y eso es responsabilidad de las instituciones, comenzando por las educativas en las escuelas.
EL LAMENTO
Beato. El misterio de los siete sellos. Se presentó a modo de primicia en el espacio Ivorypress el 4 de mayo con una mesa redonda donde el diseñador Alberto Corazón y el editor Gonzalo Golpe analizaron algunos trabajos de los alumnos. El debate sirvió de reflexión común sobre el proyecto de exposición que, con el mismo nombre, se inaugurará el 22 de septiembre 2016 en la Sala de las Musas del Museo de la BNE.
El Beato de S. Isidoro de León.
Hacia el año 776, un monje llamado Beato, quizás abad del monasterio de Santo Toribio de Liébana, escribió una obra titulada "Comentarios al Apocalipsis"
No se conserva el códice original de Beato, pero siguieron realizándose copias en los monasterios del norte peninsular (solo un manuscrito existente es originario de otro país). Han sobrevivido treinta y cinco copias manuscritas que datan de los siglos IX al XIII. A cada una de ellas, por extensión semántica, se las denomina beato y 26 de ellas están iluminadas.
Dos se conservan en la Biblioteca Nacional de España. Aquí se muestra uno de los más bellos ejemplares, el códice Vitr/14/2, encargado en 1047 por el rey Fernando I de León y la reina doña Sancha, que quizás realizó Facundo en San Isidoro de León.
Sus 98 miniaturas, dotadas de sorprendente expresividad, se distribuyen en su mayoría sobre franjas horizontales de vivos colores, en un peculiar e inconfundible estilo que mezcla el románico con diversas influencias mozárabes y norteafricanas. Se destacan las miniaturas de los Cuatro Jinetes, la visión de la Jerusalén celestial, la serpiente de las siete cabezas y la destrucción de Babilonia.
En poder del marqués de Mondéjar desde el siglo XVII, el manuscrito fue requisado junto con el resto de su biblioteca por Felipe V en la guerra de Sucesión.
"El códice titulado Beati in Apocalipsin libri duodecim o "Los diez libros de Beato sobre el Apocalipsis" es también conocido como el Beato de Fernando I de León, ya que este rey como caso rarísimo entre seglares, encargo su copia para uso exclusivo de él y de su familia.
Fue identificado y localizado en el año 1572 en la librería de la colegiata de San Isidoro de León por el cronista real D. Ambrosio de Moralese. El códice tiene 312 folios realizados en soporte pergamino, escrito a dos columnas en escritura visigótica o mozárabe, iluminado por 98 ilustraciones de gran valor simbólico y reflejo de la cultura altomedieval leonesa, anterior a la reforma gregoriana del siglo XI."
El famoso códice aun estaba en la Biblioteca de S. Isidoro de León en el año 1.572 como así lo atestigua Ambrosio de Morales en el folio 30 r con una anotación al píe.
"En Julio de 72 paso por León Ambrosio de morales Cronista del rei don Phelipe y por comision y cartas........."
"Viage de Ambrosio de Morales por orden del rey D. Phelipe II a los reynos de León, y Galicia, y Principado de Asturias, para conocer las reliquias de Santos ..."
Aunque no existe indicación más que del nombre del copista (Facundus scripsit), parece probable que se realizase en un scriptorium regio especializado como pudiese ser el de Sahagún (León). Wikipedia.
Según el texto del folio: Era bis quadragies et V post millesima; es decir, en 1047
"Explicit explanatio Danielis prophete. Deo gratias. Facundus scripsit. Memoria eius sit
semper. Sub era bis quadragies et v post millesima, regnante domino nostro et glorioso
principe domno Fredenando, prolis domni Sanctioni, et coniuge sua gloriosa domna
Sanctia, regina prolis Adefonsi principis. Anno regni sui fuit scriptum hoc liber."
semper. Sub era bis quadragies et v post millesima, regnante domino nostro et glorioso
principe domno Fredenando, prolis domni Sanctioni, et coniuge sua gloriosa domna
Sanctia, regina prolis Adefonsi principis. Anno regni sui fuit scriptum hoc liber."
130 IMÁGENES
(Pulsar para ver el video)
Recientemente estuvimos a punto de perder esta joya para siempre.
"La Biblioteca Nacional prestó el códice leonés más valioso y lo recibió destrozado
El «Beato de Fernando I y Sancha», sustraído de San Isidoro, presenta daños irreversibles"
"El códice de Facundo, más conocido como el Beato de Fernando I y Sancha, del año 1047, que fue sustraído de la colegiata de San Isidoro en 1580 y actualmente se custodia en la Biblioteca Nacional de Madrid, (vit. 14-2), ha sido objeto de graves daños producidos por la humedad que afectan irreversiblemente a toda su estructura, durante una exposición celebrada en Roma"
Esperemos que pronto vuelva a la Real Colegiata de S. Isidoro de León, de donde nunca tuvo que haber salido.
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