RECUPERACIÓN DEL RAMO TRADICIONAL LEONÉS EN SAN ANDRES DE LAS PUENTES
ARTICULO EXTRAÍDO DE BEMBIBRE DIGITAL
Una tradición perdida de San Andrés de las Puentes hace más de 60 años
Los más mayores de San Andrés de las Puentes, en Torre del Bierzo, desconocen desde cuándo, o un por qué. Pero recuerdan que hubo un tiempo en que cada Nochebuena las jóvenes, solteras y vírgenes cantaban al ramo, entonaban cánticos navideños, cánticos pícaros, poesías propias. Era el Canto del Ramo, que quizá hace más de 60 años que se dejó de lado. Probablemente porque no había juventud, porque las solteras se casaban, y ya no había razón.Pero ahora sí hay razón para recordar, ahora que todavía es pronto. El Canto del Ramo se celebró este sábado, 20 de diciembre, en esta pequeña localidad, a la que asistieron más de un centenar de personas. Pero también personas interesadas en la historia local, en sus costumbres, y en su música. Por ello, no pasó desapercibido el acto que ha marcado un inicio para no olvidar en San Andrés de las Puentes.Algo propio, de lo que no se conocen sus orígenes, era una celebración especial de la Nochebuena, en la Misa del Gallo. Las solteras llegaban a la iglesia y allí presentaban sus canciones, a veces, las más, paganas. Pero el cura lo admitía. Otras tradiciones engrandecían esta celebración, aunque un tanto curiosas, sí eran propias, como explotar vejigas de cerdo cada vez que cada moza acababa su poesía. Hay cosas que ya no pueden ser como antes. Por muchas razones del siglo XXI. No fue en Nochebuena, no se celebró la Misa del Gallo, de las 20 mujeres había muy pocas jóvenes, solteras y vírgenes, y no se explotaron vejigas de cerdo, sino globos. Pero la memoria de personas como Aída Fallero, de 83 años, ha servido para que la Junta Vecinal de San Andrés pudiera recuperar una tradición, también gracias a los programas de Diputación para este fin.Lo cierto es que hubo un intento hace menos de diez años para mantener viva esta tradición, que se intentó recuperar. Pero entonces fracasó, no hubo motivación suficiente. Esta vez parece que sí. La gente disfrutó en la iglesia con las picardías de aquellas mujeres de aquellos tiempos. Cómo se las ingeniaban para lanzar indirectas, incluso al cura. Y sobre todo, las que lo vivieron (sólo cinco de las que participaron el sábado) pudieron evadirse del presente y volver a percibir lo que significó aquel tiempo.
Escrito por H.K., el Sabado, 20 de Diciembre 2008
Escrito por H.K., el Sabado, 20 de Diciembre 2008
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