nicolás bartolomé pérez 16/11/2014
En este año 2014 se cumple un siglo de la edición y estudio por Ramón Menéndez Pidal en el primer número de la Revista de Filología Española del que quizá es el primer texto literario leonés en romance del que hay constancia, la Disputa de Elena y María. Las observaciones sobre esta poesía realizadas por Menéndez Pidal en 1914 siguen siendo válidas y a ellas nos ceñiremos. La obra en cuestión se conserva en un único manuscrito incompleto de poco más de 400 versos que conforma un tosco y minúsculo códice de 65 por 55 milímetros en su parte más ancha, actualmente depositado en la Biblioteca de la Duquesa de Alba, en Madrid, y que en opinión de su editor estaba destinado al uso de un juglar ambulante. Pidal supuso que la obra fue escrita hacia 1280, pero hay autores que retrasan su datación al primer tercio de aquella centuria. Este poema leonés se enmarca dentro del género literario de los debates medievales de los que existen abundantes ejemplos en la Europa occidental tanto en latín como en romance, y, en concreto, refiere una disputa entre dos hermanas nobles o hidalgas: Elena, amiga de un caballero, y María, enamorada de un abad, que exponen de forma dialogada sobre cuál de sus respectivos amantes es mejor. María estima del abad su vida tranquila, los sirvientes que tiene a su servicio, sus riquezas; Elena, por su parte, admira del caballero su nobleza, sus recursos, su gusto por los torneos. A la vez ambas critican sin pudor los vicios del compañero de su oponente. Para dirimir su disputa ambas acuerdan acudir a la corte del rey Oriol. Una vez allí, Elena comienza a burlarse del clérigo ensalzando al caballero, que son los últimos versos que se conservan del texto por falta del resto de la composición, dejando el debate inconcluso.
Aparte de la extrema pequeñez del manuscrito en el que se reproduce la obra, lo que facilitaría su transporte, Pidal apuntó más claves que delatarían el origen juglaresco de la poesía como su métrica irregular, el octosilabismo predominante en la versificación, o su tono popular, alejado de la depuración formal y artificiosidad que imperaba en la poesía lírica provenzal o en la galaicoportuguesa muy difundidas en los ambientes cultos y cortesanos de los reinos cristianos ibéricos de aquella época. El carácter popular de la obra se ve reforzado por la sátira jocosa con la que es tratado el abad, de lo que podemos deducir su amancebamiento con María; téngase en cuenta que el término abad se emplea en esta poesía leonesa con el sentido de cura o párroco. Precisamente, los amores de un clérigo con una mujer han sido objeto de una crítica inmisericorde desde el mismo momento en que se instauró el celibato para los ministros de la Iglesia católica, y en esta situación se centró el poema lo que contribuyó sin duda a su éxito en las plazas y mercados de las ciudades y villas leonesas donde se interpretaba el poema.
Primer texto literario
Ramón Menéndez Pidal afirmó que el anónimo autor de la poesía fue un leonés, y para ello el argumento esencial que manejó fue el lingüístico ya que idioma en el que está redactada la obra, a pesar de la presencia de castellanismos y portuguesismos, no es “ni castellano ni portugués, sino que es un intermedio entre ambos, con existencia independiente, el lenguaje leonés.” De hecho, para Pidal el Libro de Alexandre, el Poema de Alfonso XI y la Disputa de Elena y María “reconstruyen, dentro de la poesía española una región dialectal que durante los siglos XIII y XIV producía obras de diversos géneros poéticos donde el elemento leonés se mezclaba en muy diversas proporciones con el castellano y con el gallego-portugués”. Como se apuntó más arriba, es posible que Elena y María sea el primer texto literario leonés en romance, pero lo que sí sabemos hoy con certeza es que esta poesía es, además, la primera escrita en romance leonés de la que tenemos noticia, lo que hace de la composición un hito de nuestras letras.
NODICIA DE KESOS: Monasterio de Ardón
".... Aunque la Real Academia de la Lengua Española nunca he realizado un estudio sobre el mismo. Nodicia de Kesos ha sido fechado en el año 959, lo que supondría que realmente fue redactado 18 años antes que las Glosas, un manuscrito encontrado en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, que data del año 977 y que hasta ahora es considerado como el documento más antiguo escrito en lengua romance de la peninsula."Noticias relacionadas:
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