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10 ago 2014

CONCEYU ABIERTU LLÏONÉS

Nos envían un texto, que debería ser enmarcado, y colgado en la sala de juntas de las instituciones publicas leonesas, para que muchos que van de defensores de nuestra tierra, (Y cobran por hacer esta función) lo pudieran leer todos los días, y "aplicarse el cuento"

"......... texto de agradecimiento leido por Fermina Bardón  durante el acto del  VII Omafolk 2014. celebrado en la localidad omañesa de Garueña.  Acto entrañable como pocos, homenaje a las pandereteras mayores Concha que nos acompañó y Minda que aunque fallecida allí estuvo representada y  por la gran  participación de las personas asistentes tanto de cantantes y tocadores de pandereta y acordeón como por el resto de asistentes  muy participativos bailando jotas y bailes chanos.  Todo comenzó en un "prao" a la sobra del castaño centenario ubicado al lado del rio y de  la antigua fábrica de la luz que bien se merece una rehabilitación para que continúe acompañándonos muchos años más.."


TEXTO

Paisanas, paisanos, buenas tardes.

Agradezco mucho al Instituto de Estudios Omañeses este galardón. Sobre todo, lo agradezco porque creo que reconoce la lucha colectiva de mucha gente de Omaña en defensa de las juntas vecinales o, lo que es lo mismo, en defensa de nuestros pueblos, nuestro patrimonio y nuestros concejos.

En este sentido recojo un premio compartido que pertenece a todas las organizaciones que apoyaron nuestra lucha, a la gente que nos movilizamos, a todos los que participamos en las concentraciones, en los cortes de carretera, en los concejos abiertos.

Es un premio a los cincuenta y dos pueblos de Omaña, a sus vecinos y vecinas, a sus juntas vecinales, que contra viento y marea y por encima de siglas partidistas, decidimos sumar fuerzas, unirnos y organizarnos en la “Plataforma de Omaña en defensa de las juntas vecinales”.

Ahora en agosto, hace dos años que el Gobierno planteaba un Proyecto de Ley en el que se suprimían de golpe las 3.725 juntas vecinales del Estado español, de las cuales 1.234 están en León y 71 en la comarca de Omaña.

Esta supresión, significaba la pérdida de nuestro patrimonio y, además, perdíamos también la posibilidad de gestionarlo de forma democrática y participativa en los concejos.

Algunas juntas vecinales, muy preocupadas por esta gravísima situación que provocaban los planes del Gobierno que, además, pretendía llevarlos a cabo a espaldas de los propios pueblos, comenzamos una seria de actos informativos, concentraciones, cortes de carretera, etc.

En ninguna otra Comunidad Autónoma o comarca se estaba movilizando la gente y tampoco se estaba informando a los pueblos de las consecuencias de la Ley si esta se aplicaba. En Omaña podemos decir que comenzamos la lucha y que tuvo su eco en otras comarcas. Nos llamaron de Cepeda, Maragatería, Sobarriba, Torío, Riaño, Gordón, etc. No lo digo para colgarnos medallas, sino como muestra del eco que tuvieron las movilizaciones en Omaña, y sobre todo, una muestra del poco interés que tienen nuestros políticos por la gente de los pueblos. Muchísimas veces nos han comentado en los pueblos y en las comarcas a las que hemos ido que nadie les había explicado los planes del Gobierno ni sus consecuencias. 

En fin… y ahora qué. La ley se aprobó en diciembre de 2013. Ya no se suprimen de golpe las juntas vecinales, pero sigue siendo una Ley desfavorable para los pueblos, tiene trampas, y por supuesto no es la Ley que a nosotros nos hubiera gustado tener. Por ejemplo se sigue amenazando con la supresión a las juntas vecinales que no presenten las cuentas en tiempo, forma y lugar. 

Esto, desde nuestro punto de vista, es una monstruosidad. Las cuentas hay que presentarlas, por supuesto, es una exigencia legal. Pero si no se presentan, o se presentan mal, la propia administración puede tomar cartas en el asunto y tomar medidas, como requerir al pedáneo o pedánea que las presente, enjuiciarlo, o inhabilitarlo por su mala gestión, pero de ahí a suprimir un pueblo, que es como privarlo de sus derechos jurídicos y políticos, parece una medida totalmente desproporcionada. De hecho, sólo se amenaza con la supresión a las juntas vecinales, no a las diputaciones o a los ayuntamientos aunque estos puedan incurrir en irregularidades de gestión. No se mide con la misma vara a todos.

Hay más aspectos de la Ley que nos perjudican. En general, digamos que el texto aprobado ha suavizado las formas pero no el fondo. Las juntas vecinales siguen estando en el punto de mira del Gobierno y el objetivo es que desaparezcan paulatinamente (aunque esto no creo que nuestros políticos se atrevan a reconocerlo públicamente).

La razón por la que quieren que las juntas vecinales desaparezcan es que estas  poseen la tierra, los montes y gestionan recursos tan codiciados como el agua.

Por tanto la lucha continúa, tiene que continuar, en tres líneas fundamentales: 

Una, hay que seguir estando muy atentos las posibles trampas de la Ley, y a sus desarrollos, para evitar que ni una sola junta vecinal desaparezca.

Dos, los pueblos, la gente, tenemos que organizarnos, unirnos para defender nuestros intereses. No podemos confiar a terceros (ya sean ayuntamientos, diputaciones o partidos políticos) los temas que nos preocupan.

Tres, hay que mantener los concejos vivos aunque seamos cuatro vecinos o vecinas. Hay que convocar concejos y hay que participar en ellos.

Ya termino. Reitero el agradecimiento al I.E.O. y ha todas y a todos por estar aquí esta tarde.

¡Vivan nuestros pueblos!, ¡vivan los concejos!   

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