LAGUNA DE NEGRILLOS
El PÁRAMO
Fiesta del Corpus Christi
El Corpus de Laguna de Negrillos, es sin duda una de las mas cuidadas tradiciones del Páramo. Fiesta cristiana por excelencia, el Día del Corpus Christi no deja de asemejarse a Carnaval y Navidad, en el sentido de que son fiestas que acogen en el País Leonés, elementos anteriores al cristianismo. Recordemos que en León-Capital, la mitológica Tarasca, en la Edad media no salía con los Cabezudos de S. Juan, sino en la procesión del Corpus, y todos los años era quemada por ser la representación del mal –Las viejas creencias- Y todos los años vuelta a construir.
En esta fiesta los elementos ancestrales de la festividad se ven en todas partes. Los danzantes de almidonadas faldas, los demoniacos guirrios estableciendo el orden entre el publico, y sobre todo el anacrónico San Sebastian, ejecutando un taconeo del que ya nadie recuerda su origen y motivo.
Acabada ya la ceremonia, S. Sebastian salio cojeando, pero con la satisfacción de una tradición ancestral, bien realizada.
Es todo un pueblo, quien prepara la fiesta y quien sale a festejarlo. Todos ellos son protagonistas, desde el más joven al más veterano, pero este año si hay que destacar a alguien, creo que sin duda será al San Sebastian.
Probablemente el domingo fuera el día más caluroso de este año y de otros muchos años. Salio cubierto con su grueso uniforme y su negro sombrero. Sujetando la flecha, y haciendo denodados esfuerzos para romper los tacones de sus zapatos, con una mascara que apenas le dejaba respirar.
En algún momento, llegue a temer que rodara por el suelo desfallecido. Pero Sebastian, dio muestras de un enorme pundonor, rechazando la ayuda de sus acompañantes y llegando hasta el final del recorrido, con sus precisos movimientos de autómata de cuerda.
San Sebastian; quien quiera que fueras ¡Enhorabuena eres un valiente!
Probablemente el domingo fuera el día más caluroso de este año y de otros muchos años. Salio cubierto con su grueso uniforme y su negro sombrero. Sujetando la flecha, y haciendo denodados esfuerzos para romper los tacones de sus zapatos, con una mascara que apenas le dejaba respirar.
En algún momento, llegue a temer que rodara por el suelo desfallecido. Pero Sebastian, dio muestras de un enorme pundonor, rechazando la ayuda de sus acompañantes y llegando hasta el final del recorrido, con sus precisos movimientos de autómata de cuerda.
San Sebastian; quien quiera que fueras ¡Enhorabuena eres un valiente!
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